Charla y observación en Aras de los Olmos

Un momento de la conferencia. Foto: Enric Marco

Ayer jueves 28 estuvimos en Aras de los Olmos, los Serranos, invitados por el ayuntamiento, para hablar del problema de la contaminación lumínica y sus efectos sobre la observación del cielo nocturno, el medio ambiente y la salud humana. Ahora, además, la avalancha de la instalación de los LEDs de luz blanca en el alumbrado público ha empeorado aún más el problema.

Dado que esta semana están en fiestas en Aras de los Olmos, nuestra charla se hizo en horario nocturno. Así que hacia las 22:30 empezó nuestra exposición. En todas nuestras presentaciones, lo que más nos interesa es la interacción con el público y sus preguntas. Ayer estuvieron preocupados por la creciente presencia de la luz blanca en el alumbrado público pero también sobre qué tipo de alumbrado sería mejor para su casa.

Y después de la charla, con los telescopios fuimos a admirar el cielo oscuro de Aras. De primeras ya es maravilloso poder ver la grandeza y belleza de la Vía Láctea justo al lado del pueblo, como se puede hacer prácticamente todo los Serranos, un privilegio del que los que vivimos en las comarcas costeras valencianas no podemos disfrutar. Además, la presencia de la constelación de la Lira, que ya iba declinando hacia el oeste, nos incitó a observar el más famoso de sus objetos, M57, la nebulosa del anillo, Se trata de una de las más conocidas y un ejemplo de nebulosa planetaria. Ver la nubecilla en forma de donut, residuo de la muerte de una estrella, siempre sorprende a la gente. Entre otros objetos, también observamos M56 un cúmulo globular en la misma constelación. El M56 está a una distancia de unos 32.900 años luz desde la Tierra. Vimos también el objeto NGC 457 en Casiopea, cúmulo abierto de unas 80 estrellas en el que algunos encuentran algún parecido al personaje ET.

Pero las nubes comenzaron a hacer acto de presencia, y poco a poco, ocultaron todo el cielo. Así que a las 3 de la madrugada dimos por acabada la observación y volvimos a casa. 

El cielo estrellado de Aras de los Olmos mientras las nubes aparecían. Foto AMR